viernes, 23 de diciembre de 2011

DE REPENTE, UN AMIGO

           Después de una agotadora mañana de papeleo, con el inconveniente de tener que llevar encima un cansino catarro, me disponía a levantar las persianas para airear un poco el piso y me lo encontré.

 
          Casi pasa desapercibido. Bien camuflado en una pequeña maceta, con unos pobres cactus que me encontré huérfanos en la calle, se encuentra, porque todavía está mientras escribo esto, mi "Amigo". Así le he llamado.

          Tras un pequeño respingo al no esperármelo, corrí a por la cámara.

          Estas cámara modernas, las "reflex", son pequeños ordenadores en los que cualquier omisión de un dato ( a menos que hagas las fotos en "automático" ¡pero para eso no te compras uno de estos ingenios! ), como decía, cualquier equivocación en elegir el diafragma, el tiempo o cualquier otro parámetro, da al traste con la instantánea.

          "Amigo" ha aguantado una sesión de fotos sin quejarse y moviéndose para que pudiera hacerle las fotos desde varios ángulos; todo un profesional. Me he acercado todo lo que he podido para ver si le conseguía robar algún gesto, alguna expresión de su cara, pero él, impasible, se ha limitado a posar. Este tipo de modelo es muy agradecido, por su profesionalidad comprenden que existen fotografos torpes, mi caso, que tardan un siglo en ajustar una cámara de fotos. Algún día fotografiaré a una paloma.



          Aquí os muestro un par de posados robados.













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