domingo, 2 de septiembre de 2012

ABANICOS DE COLORES




         ¡Vaya mañanita!  No he vendido ni uno, y se va el verano… y los guiris.


         Esta última semana de agosto ha sido para cortarse las venas, y eso que mi hombre trae algo de parné de la chatarra, ¡cuándo no pilla una buena curda! Menuda suerte la mía, ¡anda que el romero que me da la Juani!



 


       Llegan, hacen el paripé, y se piran.






          Lo malo de estar así, son las vueltas que una le pega al tarro. Que vida…, cuanto me acuerdo de mi pobre Francisco,  el pobre... ¡mierda de hepatitis! ¡puto caballo! Menos mal que tengo a mis niñas: la Vero con sus dos churumbeles, la Rosarillo que espera su tercero, y la… ¿Saray? ¡Ah!, ya la guipo. Hasta que no se lleve un buen cate, no va a dejar de tirar piedras a la charca.



           ¿Qué hora es? Ya deben de estar todos a punto de jamar con la abuela Lola. ¡A ver si acaban con las papas que les dejé en la cazuela!






        ¡Unas gachís!








       ¡¿Camelarme a mí?! «Quítele usted algo, buena mujer, quítele algo», ¡se han creído que mi menda es gili!






          Verá Saray… ¡a qué le da a un payo! Si no me dolieran tanto los pinreles, iba, y la traía a rastra por los pelos.








         ¿Estamos a jueves, o a viernes? Hoy salía mi José con la condicional, ¿no? ¡Qué cabeza! Espero que Antoñíto lo recoja de la trena. ¡Mi Antonio, mi pequeño! Quiera Dios que mi chavea encuentre pronto un curro, y no tenga que chorar como su hermano.

  




           ¡Un gachó!



           ¡Lo qué me faltaba! Un chalado haciéndole fotos al puesto, y dándome palique.  




          Nada, no hay tutía. Por lo que se ve, los demás están igual; algunas mañanas es mejor no dejar la piltra.






              Carmen, ¡qué sería de tus gitanos,
sin su mama!
  

              ¡Y qué sería de mí, en un día como este, sin mis abanicos de colores!

1 comentario:

  1. Jjuajua...Con este relato me he reido...No se si es porque es viernes...o por que mientras lo leia,ponia acento cale....Mil gracias querido Antonio

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